Patentado en 1961 por Morton Heilig, Sensorama ofrecía un ambiente
multisensorial en el que el participante podía experimentar sensaciones
visuales, auditivas, olfativas y táctiles pregrabadas. En cierta
forma era una especie de moderno quinetoscopio provisto con diferentes
dispositivos de simulación. El espectador permanecía inclinado
sobre un visor a la manera de un par de binoculares, debajo del cual
se localizaba una rejilla utilizada para bombear y extraer olores. Otras
rejillas laterales se encargaban de emitir brisas inodoras en los momentos
adecuados, para reforzar la sensación de un desplazamiento físico
al aire libre.
* tomado del texto
de José Luis García Nava, investigación del Taller
de Realidad Virtual