Constructivismo
Manifiesto
realista
"Nosotros decimos: Espacio y tiempo han renacido hoy para nosotros.
Espacio y tiempo son las únicas formas sobre las cuales la vida se construye,
y sobre ellos, se debe edificar el Arte. Perecen los Estados y los sistemas
políticos y económicos; las ideas se derrumban bajo la fuerza de los
siglos, pero la vida es fuerte y crece y el tiempo prosigue en su continuidad
real. ¿Quién nos mostrará formas más eficaces que
estas? ¿Quién será el genio que nos dé cimientos más
sólidos que estos? ¿Qué genio nos contará una leyenda
más maravillosa que la fábula prosaica que se llama vida? La
actuación de nuestras percepciones del mundo en forma de espacio y tiempo
es el único objetivo de nuestro arte plástico. No medimos nuestro trabajo
con el metro de la belleza y no lo pesamos con el peso de la ternura
y de los sentimientos.
Con la plomada
en la mano, con los ojos infalibles como dominadores, con un espíritu
exacto como un compás, edificamos nuestra obra del mismo modo que el
universo conforma la suya, del mismo modo que el ingeniero construye
los puentes y el matemático elabora las fórmulas de las orbitas.
Sabemos que todo tiene una imagen propia esencial: la silla, la mesa,
la lámpara, el teléfono, el libro, la casa, el hombre. Son mundos completos
con sus ritmos y sus orbitas. Por esto, en la creación de los objetos
les quitamos las etiquetas del propietario, totalmente accidental y
postiza, y sólo dejamos la realidad del ritmo constante de las
fuerzas contenidas en ellos.
1.Por ello, en la pintura renunciamos al color como elemento pictórico:
el color es la superficie óptica idealizada de los objetos; es una impresión
exterior y superficial; es un accidente que nada tiene en común con
la esencia mas íntima del objeto. Afirmamos que la tonalidad
de la sustancia, es decir, su cuerpo material que absorbe la luz, es
la única realidad pictórica.
2.Renunciamos
a la línea como valor descriptivo: en la vida no existen líneas descriptivas;
la descripción es un signo humano accidental en las cosas, no forma
una unidad con la vida esencial ni con la estructura constante del cuerpo.
Lo descriptivo es un elemento de ilustración gráfica, es decoración.
Afirmamos que la línea sólo tiene valor como dirección de las
fuerzas estáticas y de sus ritmos en los objetos.
3.Renunciamos
al volumen como forma espacial pictórica y plástica: no se puede medir
el espacio con el volumen, como no se puede medir un liquido con un
metro. Miremos el espacio... ¿Qué es sino una profundidad continuada?
Afirmamos el valor de la profundidad como única forma espacial pictórica
y plástica.
4.Renunciamos a la escultura en cuanto masa entendida como elemento
escultural. Todo ingeniero sabe que las fuerzas estáticas de un cuerpo
sólido y su fuerza material no dependen de la cantidad de masas; por
ejemplo: una vía de tren, una voluta en forma de T, etc... Pero ustedes,
escultores de cada sombra y relieve, todavía se aferran al viejo prejuicio,
según el cual no es posible liberar el volumen de la masa. Aquí, en
esta exposición, tomamos cuatro planos y obtenemos el mismo volumen
que si se tratase de cuatro toneladas de masa. Por ello, reintroducimos
en la escultura la línea como dirección y en esta afirmamos que la profundidad
es una forma espacial.
5.Renunciamos al desencanto artístico enraizado desde hace siglos, según
el cual los ritmos estáticos son los únicos elementos de las artes plásticas.
Afirmamos que en estas artes está el nuevo elemento de los ritmos
cinéticos en cuanto formas basilares de nuestra percepción del tiempo
real. Estos son los cinco principios fundamentales de nuestro trabajo
y de nuestra técnica constructiva. Hoy proclamamos ante todos vosotros
nuestra fe. En las plazas y en las calles exponemos nuestras obras,
convencidos de que el arte no debe seguir siendo un santuario para el
ocioso, una consolación para el desesperado ni una justificación para
el perezoso.
El arte debería
asistirnos allí donde la vida transcurre y actúa: en el taller, en la
mesa, en el trabajo, en el descanso, en el juego, en los días laborales
y en las vacaciones, en casa y en la calle, de modo que la llama de
la vida no se extinga en la humanidad."
Naum Gabo & Antoine Pevsner. 1920