El informalismo se vincula con
la vertiente lírica del arte abstracto, en 1951, Pierre Gueguén
publica un ensayo Los significantes del Informal, y en 1954,
Mathieu se refiere al informalismo como abstración lírica.
En los años cincuenta hubo una gran difusión y este movimiento
recibió diversas denominaciones conforme a la fase: en el gesto,
en la materia y en los signos. En los Estados Unidos tenemos el Expresionismo
Abstracto y el Action Painting; en Italia se aproxima al Neodadaísmo;
en Francia, al Art-Autre. Se puede hablar de una pintura gestual (cuando
el artista lleva su gesto directamente a la tela, automáticamente,
sin ayuda de un esbozo previo), pintura sígnica, ideogramática
o caligráfica (empleo de signos y letras como Capogrossi), pintura
matérica (que busca la expresividad de la materia y de la textura
como lo hace Fautrier) o polimatérica (empleo de diversos materiales,
precederos y pobres, como la estopa, la madera quemada, como lo hace
Burri), o como los objets-trouvés, lo que indica un contenido
más representativo que discursivo. El informalismo resurge en
los años ochenta, a un lado del Neoexpresionismo, enfatizando
nuevamente en el gesto y en la materia. Entre los artistas más
destacados están: Manessier, Santomaso, Corpora, Bissier, Sondenborg,
Bazaine, Soulages, Hartung, Tapies y Vedova. En Brasil: Flavio Shiró,
Wega Nery, Yolanda Mohalyi, Mabe y Fukushima.