Esta tendencia está representada esencialmente por dos compositores:
K.Penderecki y G. Ligeti y tiene su origen en la idea anterior de concebir
la música como un "todo", atendiendo a sus atributos
sonoros más amplios, especialmente a la textura de la obra musical.
El primero se basa en la construcción de sólidos segmentos
de intervalos melódicos cromáticos emparejando casi todas
las notas con una sola, con lo que se obtiene una masa homogénea
de sonidos adyacentes al principal. A este efecto se llama "cluster"
y supone la percepción de estos sonidos que acompañan
al principal como una sola masa sonora indiferenciada, con lo que se
consigue el efecto de "ruido". Una obra que recoge esta tendencia
es Lamentación por las víctimas de Hiroshima.
Por su parte, Ligeti no se basa tanto en la realización de sólidos
"clusters", sino en "clusters" separados y variables.
El compositor busca así efectos y texturas originales y que experimentan
sutiles transformaciones en sus modelos internos. Un ejemplo es Atmósferas,
de 1961.