II



En la era post-industrial la fábrica se vuelve un icono regente, penetra en el arte y la filosofía. La posibilidad de reproducción modifica las manifestaciones artísticas orillándolas a renovarse, poniendo en crisis conceptos como lo original y lo aurático, como lo pensó Benjamín en 1930, pero el arte pudo analizar y criticar de manera severa toda la avalancha que se venía generando desde principios del siglo XX. Las vanguardias, con su imagen contradictoria, por una parte su aguerrida lucha contra la razón instrumental moderna y por otra su insistencia hacia lo nuevo, concepto que deja ver una relación muy estrecha con la idea de progreso, quizá el error estuvo en su carácter de novedad que si llegaba a extinguirse perdía todo sentido, por eso se esfumaron y después, se propagó la ceguera.

Pero más allá de ese olvido, poco a poco como afirma José Luis Brea, se extiende una estatización del mundo contemporáneo para impregnarlo con un halo de simulacro:     

Hoy La separación simbólica que constituía al artista en una casta separada se desvanece, y la colisión de la economía y cultura, por un lado, de trabajo material e inmaterial, por otro, determina un desplazamiento del trabajo artista desde su distante torre de marfil a un nuevo escenario plenamente integrado...como industrias de la subjetividad. 1

Se complementan el arte y la publicidad. La publicidad ha tomado las tácticas del arte.

¿Cuál es la función de las prácticas artísticas contemporáneas, promover la frivolidad y producir pseudo artistas que finjan tras la máscara de emancipadores y su verdadero rostro sea de empresarios?

Se integran la economía y el arte. El arte ha tomado las tácticas de la economía.

Para que el arte tenga sentido, como proponía Brecht, tendrá que tener un cierto efecto de distanciamiento, sacar las cosas de la esfera en que se encuentran, generar una estética de choque que invite a la acción. De manera paradójica en el exceso de información y en la era de la simulación, existen prácticas artísticas que proponen ésta lógica de distanciamiento, pero también se encuentran en la estructura misma de lo técnico, piezas como They Rule 2(2001-2003) de Josh On concebida como una interfaz que hace visible las conexiones entre políticos, industriales y principales corporaciones estadounidenses a través de mapas y directorios interrelacionados donde los usuarios pueden modificar y ampliar según sus propias informaciones. Lo interesante en este tipo de obras es a partir de crear un juego de denuncia, optan por usar la estrategia de poder y generan un ambiente empresarial y corporativo, cambiando los roles; los hombres que mueven la economía del mundo por instantes se vuelven entes pasivos, el espectador puede manipularlos.

Aquí radica lo encantador y estimulante de estas obras que usan Internet como teatro de la vida: permiten generar reflexiones del mundo, desde su lógica móvil, presencial.

La esfera del arte digital ha incitado al desplazamiento de las disciplinas, ya que en la urgencia por modificar, o quizá sólo denunciar lo que pasa, los escenarios de Internet sirven de laboratorios donde economistas, filósofos, poetas, ingenieros forman colectivos como es el caso del Critical Art Ensamble, para que la crítica   a las sociedades contemporáneas no sea sólo texto, sino acción. El camino no es abandonar la tarea del pensar, sino pensar de otra manera, que implique resignificar la filosofía y tomar en cuenta el mundo contemporáneo.

"Si alguna vez tenemos el valor para desechar el modelo cientificista de la filosofía sin recaer en el deseo de la santidad (como lo hizo Heidegger), entonces, por sombríos que sean los tiempos, dejaremos de recurrir a los filósofos para conseguir la salvación, igual que nuestros ancestros recurrieron a los sacerdotes. Recurriremos entonces a los poetas y a los ingenieros, a las personas que crean asombrosos proyectos nuevos para procurar la mayor felicidad para la mayoría."
Richard Rorty

El paisaje urbano en la actualidad se manifiesta como ruido, nos afecta hasta modificar nuestra forma de interpretar el mundo. Según Flusser las imágenes son superficies significativas, representan algo exterior y tienen la finalidad de que ese algo   se vuelva imaginable para nosotros, pero qué sucede con ese avasallamiento de iconos incontrolable, que como dice Baudrillar, ya ni siquiera capturan la mirada, pues su cambio continuo nos orilla a la indiferencia. Una de las alternativas   podría ser desde la lógica inestable recuperar la acción, la inmediatez,   el sentido vital. Porque no podemos escapar de la velocidad, del vértigo cotidiano, por eso habrá que explorar el   mundo desde una óptica transdisciplinaria.

 




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1./ Brea José Luis, El tercer umbral . Estatuto en las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural , p.17
2./ http//www.theyrule.net