Desorden del discurso es una muestra que reúne una serie de piezas que reflexionan
en torno a la escritura y cómo ésta, a partir de los dispositivos analógicos y
posteriormente digitales, se ha ido modificando. Por ejemplo, la imprenta representó
una manera de ampliar la memoria, de plasmarla exteriormente, sacrificando así el carácter
individual, personal, por lo colectivo, hay una memoria exteriorizada que nos unifica. El
interés es cuestionar cómo los medios, principalmente los digitales, reformulan la escritura
y su relación con su forma de captura. Pero también hay otros caminos de explorar la
escritura, no desde la forma logocéntrica sino nuevas formas de hacer discurso, por ello nos
interesa mostrar lo que va más allá de la representación: la producción de sentido, aquello
que hace emerger la realidad y nos permite recodificar la legibilidad y hacer visible el
código de lectoescritura de cada época.
Así, esta muestra presenta un panorama estético en el cual las piezas presentan un
acercamiento lúdico, crítico o simplemente artístico sobre aquello que encierran las
palabras y su combinatoria con el arte y la tecnología.