Muestra paralela
Lugares: Galería de Arte Electrónico "Manuel Felgérez"del Centro Multimedia y Área de Camerinos del Centro Nacional de las Artes (frente al Aula Magna)
Horarios: de Lunes a viernes de 11:00 a 18:00 hrs. hasta el 26 de agosto.
Entrada libre
JENNY HOLZER (E.U.A., 1950)
- Selection from truisims
[Selección de trivialidades], 1983-1984
Pantalla monocromática de luz emitida por diodos [light emitting diodes]
Originaria de Gallipolis, Ohio, se graduó en Pintura y Artes Gráficas en la Universidad de Ohio en 1973. Posteriormente asistió a la Escuela de Diseño de Rhode Island, Nueva York, entre 1974 y 1977. Hacia 1980 organizó el Manifiest Show que marcó el inicio de su relación con un grupo de artistas conocido como Collaborative Project.
Su obra se caracteriza por el rechazo a la estetización del arte y a sus respectivos soportes tradicionales, para enfocarse más hacia la producción textual y a las múltiples posibilidades de socialización del mensaje escrito. Desde esta persectiva, Selection from truisms destaca por tratarse de un soporte electrónico tan característico del mundo urbano contemporáneo –un tablero con lámparas de diodo computarizadas, LED, por sus siglas en inglés– para emitir mensajes triviales y cortos, pero con una fuerte carga de ironía, sátira y crítica hacia los valores de la sociedad contemporánea. Con ello, la autora busca apropiarse del aspecto textual de la cultura visual contemporánea para formar una conciencia crítica en el espectador en torno a ciertos discursos como la desigualdad y la enajenación propias de la sociedad de consumo.
PETER CAMPUS (E.U.A., 1937)
- Negative crossing
[Crucero negativo], 1974
Cámara, proyector, monitor y pantalla
Originario de Nueva York, realizó estudios en Psicología en la Universidad de Ohio y posteriormente estudió Cine en el City College de Nueva York.
A principios de los años sesenta trabajó como asistente de producción y hacia 1970 fungió como asesor de video del Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Asimismo fue profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge de 1976 a 1980 y profesor adjunto en la Rhode Island School of Design.
La tendencia artística de Campus durante las décadas de los setenta y ochenta se orientó hacia la creación de videos e instalaciones en las que el espectador frecuentemente se encontraba con la proyección de su propia imagen distorsionada, invertida o desdoblada, transmitida en circuito cerrado por cámaras de video que grababan al público en tiempo real. Es el caso de la obra Negative crossing cuya intención fue, en palabras del autor, “relacionar la idea de lo negativo tanto en su carácter de atributo literalmente gráfico como emocional, al visualizar una imagen negativa de nosotros mismos” (Campus, 1994). De esta forma, el autor busca la interacción entre el artista, el objeto y el espectador, al tiempo que explora los procesos de percepción del ser, del espacio y del objeto de arte en el mundo contemporáneo.
BRUCE NAUMAN (E.U.A., 1941)
- Good boy, Bad boy
[Niño bueno, niño malo], 1985
Dos televisiones con video montados sobre pedestales
Originario de Fort Wayne, Indiana, estudió Matemáticas, Física y Arte en la Universidad de Wisconsin en Madison, posteriormente obtuvo una maestría en Arte por la Universidad de California en Davis. El artista realizó sus primeros trabajos con pintura y escultura, pero hacia mediados de los setenta comenzó a experimentar con diferentes medios como la fotografía, el cine, el video y el performance.
La video-instalación Good boy, Bad boy –que originalmente formó parte de una instalación de tres obras presentada en el Museum Haus Esters en Krefeld, Alemania, en 1985– recrea el aspecto visual y sonoro de los noticieros televisivos presentes en la vida cotidiana. Los personajes de los videos (un hombre y una mujer) hablan como lo hacen los locutores de televisión, de frente a la cámara en una toma cerrada, que de entrada reproduce el formato, la codificación y la percepción de este tipo de programas informativos. Sin embargo, los diálogos de ambos monitores pronunciados simultáneamente funcionan como contratextualidad al discurso ideológico de la televisión, por lo que la atención perceptual al sonido subvierte el uso ideológico del mensaje. La televisión supone una intromisión de lo público en lo privado y es precisamente el mensaje crítico que transmite el autor al utilizar este medio.